Kylian Mbappé el antagonista perfecto
Argentina vivía un partido de ensueño hasta que una poderosa figura se levantó de la nada y lo convirtió en pesadilla.
No soy particularmente fan del fútbol, no porque no me guste, no disfrute o no entienda, es que me invierto tanto en el partido que sufro, es ese sufrimiento, esa ansiedad y esa tensión la cual no puedo aguantar. Sin embargo, la final de la copa mundial de la FIFA 2022 entre Francia y Argentina estuvo imperdible, como sudamericano claramente estaba apoyando a Argentina.
FIFA world Cup/Twitter
Comencemos dejando claro que esta final significaba muchísimo más para los argentinos que para los franceses, los sudamericanos no ganaban un mundial desde hace 36 años, los europeos en cambio eran los campeones más recientes, a su vez el ídolo argentino Lionel Messi tiene 35 años que para estándares del fútbol es mayor, por lo cual le quedan unos años para retirarse y quizás (o no) podría estar jugando su último mundial. Ganar este mundial significa el broche de oro para una de las carreras deportivas más gloriosas e inéditas de la historia, 7 balones de oro, 6 botas de oro, campeón de la Copa América, Campeón de la Champions League y entre otros muchos récords a su nombre, a Leo solo le faltaba conquistar el mayor título del fútbol, la copa del mundo y es eso lo que ha acontecido este 18 de Diciembre en Qatar, un hombre alcanzando su inevitable destino. La gloria rotunda.
Ahora, si bien esta hazaña lograda por Argentina se siente como un círculo que por fín se cierra para Messi, lo que hace del cierre un broche de oro fue la actuación estelar de Kylian Mbappé, así como lo lee, el francés de origen africano transformó una final que hasta el minuto 70 fue un poco insulsa y la elevó a un evento histórico digno de la consagración de un titán como Leo Messi. El 10 de Francia le devolvió la esperanza a su país y minutos después con su segundo gol le dio un giro de 180 grados a la final de la copa del mundo, arrancó bendiciones en Francia y maldiciones en Sudamérica, nos puso al filo del asiento, nos aceleró el pulso y nos dio una final cardíaca.
FIFA World Cup/Twitter.
La victoria albiceleste se saborea aún más gracias al gran oponente que tuvieron, un adversario digno, el antagonista perfecto y un partido que no fue regalado ni fácil, fue una final luchada (y qué lucha) pero fue merecida y digna para la cúspide de un grande como Messi. No podemos negar que Kylian le dio a Argentina un verdadero reto, una verdadera final y mucho sabor, pero el talante albiceleste fue más grande y la tan esperada consagración de Messi al fin llegó.
Y aunque a muchos no les parezca, al César lo que es del César: Gracias Mbappe y felicidades a la Argentina.
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